jueves, noviembre 02, 2006

Brad Will, asesinado en Oaxaca

Por Al Giordano
27 de octubre de 2006

Brad Will, documentalista y reportero para Indymedia en New York, Bolivia y Brasil, murió hoy por un balazo en el pecho, cuando agresores a favor del gobierno abrieron fuego contra una barricada en el barrio de Santa Lucía del Camino, localizado a las afueras de la ciudad de Oaxaca, México. Murió con su cámara de video en las manos.

Brad viajó a Oaxaca a principios de octubre para documentar la historia que los farsantes de los Medios Comerciales – como Rebecca Romero de Associated Press – distorsionan en lugar de mostrarla: la historia de un pueblo harto de la represión y la injusticia, el cual busca recuperar un gobierno que es suyo por derecho. En ese contexto, su asesinato es también consecuencia de lo que pasa cuando los medios independientes tienen que hacer el trabajo con el que los Medios Masivos no cumplen: decir la verdad.

Era mi amigo y colega desde 1996, cuando trabajamos juntos en la emisora 88.7 FM “Steal This Radio” (“Roba esta radio”) en el Lower East Side de Nueva York. Me encontré con él otra vez en Bolivia en 2004, durante una recepción pública de la Escuela de Periodismo Auténtico de Narco News, y nuevamente en la península de Yucatán el pasado enero, donde llegó para informar sobre los inicios de la Otra Campaña zapatista. Brad murió para dar a conocer la auténtica historia al mundo.

Fue en Oaxaca a principios de octubre sabiendo, asumiendo y compartiendo los riesgos que implicaba informar sobre esta historia. Su último artículo, publicado el 17 de octubre (en inglés) y titulado “Muerte en Oaxaca”, reportó el asesinato de Alejandro García Hernández en las barricadas instaladas por la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO). Brad escribió:

“…Caminé de regreso de la barricada de Alejandro con un grupo de simpatizantes que venían de una zona de las afueras, a una media hora de distancia… me fui caminando, con gente furiosa, rumbo hacia la morgue… entré y lo vi… no he visto muchos cadáveres en mi vida… te abruman… un montón de cadáveres sin nombre en la esquina… el número que había muerto más o menos… nada de refrigeración… el olor… tuvieron que abrir su cráneo para sacar la bala… regresé con él y los demás.
“Y ahora Alejandro espera en el zócalo, como los otros en sus plantones, espera un punto muerto, un cambio, una salida, un camino para seguir adelante, una solución… esperando que la tierra se mueva y abra, esperando a que llegue noviembre cuando pueda sentarse con sus seres queridos en el Día de los Muertos, para compartir comida, bebida y canto… espera que la plaza se entregue a él y reviente… solo esperará hasta la mañana pero esta noche espera al gobernador y su parcela, a que salgan y nunca regresen… una muerte más, un mártir más en una guerra sucia… una ocasión más para el llorar y sentir dolor… una ocasión más para conocer el poder y su cabeza fea… una bala más ruptura la noche… una noche más en las barricadas… algunos mantienen las fogatas, otros se acuestan a dormir, pero todos están con él mientras se descansa una noche más en su guardia…”

El 26 de septiembre pasado, Brad, rumbo a México, me escribió:

“Oye Al,
“Soy Brad de Nueva York… sería buenísimo conocer a tus contactos de Narco News en Oaxaca… me voy para allá y quiero conectarme con toda la gente que pueda… ¿estas en el DF? Debo pasar por ahí y sería excelente salir por un trago.

“Brad”

Conociendo la mala suerte que había tenido Brad cubriendo otras historias (la policía lo había golpeado en Nueva York y en Brasil mientras hacía este trabajo importante pero peligroso), sus dificultades con la lengua española, y el riesgo elevado para periodistas independientes que no han sido “incrustados” a través de un tiempo (y de esta manera reconocidos por la gente) en Oaxaca, le rogué que no fuera, que viajara a Atenco para informar sobre lo que estaba ocurriendo ahí con la llegada de los comandantes zapatistas.

“Nuestro equipo en Oaxaca está bien incrustado. Hay un chingo de otros internacionales vagando por ahí buscando hacer el super reportaje, pero la situación está muy delicada. La APPO no confía en nadie que no conozca desde hace años, y me siguen diciendo que no envíe novatos, porque la situación está tan jodidamente tensa… Si vienes a México, te recomendaría que vayas a DF y Atenco para que informes sobre lo que está por empezar. La APPO es (con razón) muy desconfiada con gente que no conoce desde antes. Y ya tenemos suficiente mano de obra ahí para seguir informando las novedades. Pero lo que va a pasar en Atenco-DF sí requiere más manos a la obra.”
Brad contestó esa misma noche, sin inmutarse:

“Hey
“Gracias por la respuesta rápida… tengo una cámara HD profesional… he escuchado rumores sobre el nivel de desconfianza en Oaxaca y es desconcertante.. Creo que voy de todas formas… no les diré que me enviaste y estoy dipuesto a tener en cuanta otras sugerencias sobre como pasar mi tiempo allí… No sé que pasará en Atenco durante los próximos días. Tal vez me comunico con la otra capítulo dos en algún lugar por el camino. Qué bien recibir noticias tuyas. ¿Tienes un numero de cel/telefono?

“Solidaridad,
Brad”

No me sorprendió que terminara decidiendo ir a Oaxaca. Brad siempre tomaba riesgos: ya fuera viajando por los planos de Norteamérica en vagones de mercancías de ferrocarriles, o atrincherándose en su okupación de Fifth Street en 1996, cuando la policía y la bola de demolición invadieron. Su vida fue una de valentía. Le di mi numero de celular en caso de un urgencia. Escribió de nuevo el 7 de octubre, hace tres semanas:

“Hey Al,
“Te escribe Brad… gracias por los contactos y la información… aterricé en DF bastante enfermo y me fui directamente a Oaxaca. Ahora estoy conectado… Si quisieras compartir tus contactos aquí me sería muy útil… Creo que me quedo por un mes… Nancy dijo que tenías contacto con un abogado de derechos humanos que podría ayudar a periodistas a que no los deportaran… Por favor, ayúdame con esa información también… Sé que andas ocupado y espero con ganas ver más de tu trabajo.

“Paz,

“Brad”

Estas son las palabras de un compañero valiente, quien – sabiendo bien que este reportaje podría ser su último – decidió compartir los riesgos con la gente sobre cuya causa informaba.

También compartiendo estos riesgos hoy en Santa Lucia del Camino, Oaxaca, se encontraba el fotógrafo Oswaldo Ramírez del diario Milenio, herido por los tiros. Fue el corresponsal de este periódico, Diego Enrique Osorno, quien confirmó la noticia de la muerte de Brad a las 4:30 esta tarde. También dijo que en otro rincón de la ciudad, afuera de la oficina de la Procuraduría Judicial del Estado, pistoleros dispararon contra otros integrantes de la APPO; que tres resultaron heridos, y que hay rumores de un maestro muerto, aunque no se han podido confirmar.

Foto: D.R. 2006 El Universal
Brad Will era conocido y querido por todo el hemisferio, y en los centros de medios, desde Nueva York, pasando por Sao Paulo hasta la Ciudad de México. Esta noche, su cuerpo yace en la misma morgue oaxaqueña que visitó la semana pasada para hacer su reportaje. No desaparecerá silenciosamente dentro de la noche noche de represión que el gobernador ilegitimo Ulises Ruiz Ortiz, el presidente Vicente Fox y su sucesor ilegitimo Felipe Calderón han creado en Oaxaca y, de hecho, en muchos partes de México. Era inevitable que pronto un reportero internacional se uniría a la lista creciente de los asesinados bajo los regímenes represivos de México (ya violaron y golpearon a otros periodistas en Atenco, y los deportaron del país el mayo pasado). Esta noche fue Brad – haciendo el trabajo responsable y urgente, cámara de video en la mano – quien rompió el cerco de los Medios Comerciales.

Mientras hablaba en un mitín público de la Otra Campaña en Buaiscobe, Sonora – al recibir un resumen de los sucesos del dia y la noticia de la muerte de Brad – el subcomandante Marcos dijo a la gente y la prensa:

“Hace unos minutos, nos avisaron a nosotros que paramilitares del gobierno atacaron a una barricada, una concentración buen de gente, y mataron cuando menos a una persona. Esa persona que mataron trabaja en los medios alternativos, decimos nosotros. O sea que no son de la televisión o de los grandes periódicos, sino que es gente como la que viene aquí en el autobús, está mirando la gente de abajo y sacando su voz, para que se conozca. Porque ya sabemos que en la televisión sólo salen las cosas del gobierno, y en los periódicos también. Y esta persona, un compañero de la Otra Campaña, que había andado por varias partes con nosotros cuando andábamos por Yucatán, estaba ahí, tomando pues foto y película de lo que está pasando, y lo balearon, y murió. Saben sí que hay otra persona muerta, y el gobierno no quiere hacerse cargo de lo que hizo, el ahorita lo que nos dicen es que de todo el pueblo de Oaxaca se está movilizando nos se están con miedo sino que se están movilizando para tomar la calle y protestar por esta nueva injusticia. Y nosotros estamos haciendo un llamado a toda la Otra Campaña a nivel nacional y a los compañeros y compañeras que están en otras países, para que nos unamos para exigir justicia para la muerte de este, nuestro compañero, especialmente a todos los medios alternativos y medios libres que hay en México y todo el mundo.”
Esta noche, desde la morgue de la Ciudad de Oaxaca, Brad Will grita “¡ya basta!” a la muerte y al sufrimiento impuesto (como bien lo entendió él, un anarquista pensador y serio) por un sistema económico: el sistema capitalista. Su muerte será vengada cuando se destruya ese sistema. Su máximo sacrificio expone la violencia autoritaria del régimen mexicano que ocultan los Medios Comerciales del mundo, y así impulsa que llegue más rápido el día en que la justicia vendrá de abajo para sacar los regímenes de dolor y represión que requiere ese sistema. Brad dio su vida esta noche para que tu y yo pudiéramos saber la verdad. Le debemos el actuar con ese mismo objetivo y compartir los riesgos que tomó él. Adiós, viejo amigo. Tu sacrificio no será en vano.

Actualización 10:30 p.m., Oaxaca: La Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca ya confirmó que el maestro Emilio Alfanso Fabián ha muerto por tres heridas de bala tras un ataque llevado acabo por pistoleros de Ulises Ruiz Ortiz afuera del Palacio del Gobierno.

El fotógrafo Oswaldo Ramírez del diario Milenio resultó herido en el ataque por pistoleros de Ulises Ruiz Ortiz en Santa Lucia del Camino

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